¡La crisis económica, por supuesto! ¿Estamos tontos o qué? Para cuando termine el 2013, tendremos en el mercado cuatro plataformas nuevas (mas adelante veremos el por qué de las cursivas) cuya medida del éxito no será el número de unidades vendidas con respecto a sus competidores, sino que las compañías que las han lanzado no pierdan dinero con ellas.
El dramatis personae lo componen, por ahora: la Wii U, 3Ds – estas dos de Nintendo-, PSVita y PS4, las dos últimas creadas por Sony. Teniendo en cuenta que tres de estas consolas llevarán más de un año – y casi más de dos - en el mercado internacional cuando se inicie el 2014 (posible fecha del desembarco mundial de PS4), se hace difícil hablar de maquinas “nuevas”. Y eso a la espera de que Microsoft mueva baza.
Esos muchachos con sus locos cacharros... |
La
paradoja, no obstante, reside en que estamos inversos en una
generación – compuesta por Xbox 360, PS3, Wii y DS - que se está
alargando anormalmente, de igual forma que la edad media para la
jubilación en Europa, poco cachondeo entonces. Por supuesto, no todo
tiene una explicación económica 100%, pero casi. La pregunta
básica, por ejemplo, sería ¿Por qué la 3Ds y Wii U no han
repetido el éxito de sus predecesoras? A fin de cuentas, la portátil
es una versión remozada y con pantalla en tres dimensiones de la DS
y la de sobremesa es lo que muchos habían pedido, una Wii con su
sensor de movimiento, pero gráficos en Alta Definición, ¡Si hasta
incorpora un tablet! Pues podría ser, precisamente, que ese es el
problema...
Quizás
las grandes empresas del entretenimiento han intentado copiar el
modelo de Apple, creando actualizaciones de sus productos de más
éxito, en lugar de quebrarse la cabeza en innovaciones que quizás
el usuario medio no entienda. Si esto es así, entonces Sony y
Nintendo están errando el tiro con la comparación, el usuario medio
de Apple y de sus dos productos estrella – a nivel gadget al menos
-, como son el Iphone y el Ipad, no tiene por qué buscar la
reinvención de la rueda al nivel de tarjetas gráficas o gigas de
RAM. No, lo suyo es que el interfaz que llevan usando desde hace
tiempo se depure y que sus maquinas en sus nuevas versiones hagan
mejor lo que ya venían haciendo.
En
videojuegos, la cosa no es tan fácil, a las consolas se les suele
dar un ciclo de siete años de vida, ciclo que se puede alargar de
forma casi anti natural a pesar del relativo éxito de una plataforma
– PSP, por ejemplo -, tras los cuales se espera un “cambio de
paradigma”, una nueva máquina que implique un salto cualitativo y
cuantitativo con respecto a la generación anterior. Pero esto no
está pasando.
No
quiero decir que los gráficos o la pantalla OLED de PSVita no sean
alucinantes, pero para el público en general es difícil ver poco
más que una versión de la portátil previa de Sony pero con
esteroides o una PS3 con pantallíta. Igualmente, la Wii U parece ser
mejor que la Wii “normal”, pero difícilmente coge al público
por sorpresa, y aún menos probable parece que se vayan a vaciar los
almacenes de la compañía nipona.
Por
otro lado, la cuarta aliteración de Playstation aún no pasa de ser
un prototipo y lo cierto es que salvo sus mejores técnicas, las
mejoras en integración y prestaciones de Move (la respuesta de Sony
al sensor de movimiento de la Wii) y la capacidad de jugar
utilizando el Cloud
Computing
– sin tener que descargar los juegos -, no ofrece suficientes
alicientes a priori como para barrer el mercado.
Tampoco
se trata de pronosticar fracasos, pero las compañías tienen que
tener en cuenta el escenario actual en el que se mueven, muy
diferente a aquel en el que lanzaron las máquinas que hoy en día
les suponen beneficios...
Si
no está roto...
Digo
todo esto desde el punto de vista de alguien que era un hardcore
cuando el término no existía (desde el Amstrad hasta la Super
Nintendo), y que ahora mantiene un interés un poco alejado sobre el
sector, pero interés a fin de cuentas.
Para
mi, que uso la PS3 más como Media Center que como consola, el hecho
de pensar en una nueva máquina me resulta más una molestia que una
ilusión, esto se puede explicar, por supuesto, porque ya no soy un
niño y que ya el viejo deseo de tener el equivalente a una máquina
recreativa en casa hace ya tiempo que fue superado, por no añadir
que hoy en día hay poca recreativa que uno quiera llevarse a casa.
El tema económico pesa mucho, ¿Cuánto querrá Sony que me gaste en
su nueva consola? Y para terminar ¿Qué innovaciones realmente
interesantes me va a ofrecer?
A
fin de cuentas, mi PS3, a diferencia de otros productos
Sony, lleva funcionando muy bien mucho tiempo, así que si no
está roto... ¿Por qué arreglarlo?
Ah,
pero por supuesto, las compañías no aciertan siempre a la primera,
durante esta generación, al igual que las anteriores, tanto Sony,
como Microsoft y Nintendo han presentado nuevas versiones de sus
máquinas, a veces buscando solucionar problemas de luces
rojas, otras ampliar la capacidad del disco duro. Y en otros
casos, simplemente abaratar su precio de venta, como en el caso de la
Wii Mini, a tenor de perder la retro compatibilidad con los juegos de
GameCube, - amen de la conexión wifi y otras características - ,una
prestación que probablemente solo echarán de menos el 10% de
compradores de la consola, como mucho.
PS3 y... PS3 |
Esto
pone en solfa la capacidad de algunas empresas para dispararse en el
pie repetidamente, en otras palabras, ¿De verdad se supone
beneficioso lanzar una nueva versión de tu consola actual cuando la
siguiente generación está a punto de realizar su desembarco? ¿O
cuando de hecho, ya está inmerso en él?
Como
si esto no fuera suficiente, el público en general está
probablemente más interesado en mantener sus empleos y sus casas que
en estar expectantes ante las nuevas prestaciones de las maquinas que
están por venir. Y eso que por ahora no hay ninguna Jaguar
o 3DO que
asome la cabeza...
2014
y el fantasma de la PS2
Totémica, quizás demasiado |
No
hace mucho bromeaba en un artículo para el extinto blog de Game Over
– ahora integrado en Eurogamer
- que el mayor enemigo de la PS3 no era ni la Xbox ni la Wii,
sino la PS2. Era, para variar, una broma seria, el gigantesco éxito
de la PS2 y una base establecida de usuarios que se contaba por
decenas de millones era un target difícil de convencer para
que la gente se rascara el bolsillo en 2006. ¿Resultado? Los
lanzamientos con colas kilométricas quedarían reservados para (de
nuevo) los productos Apple, mientras que las consolas veían cómo
sus fastuosos eventos organizados por gabinetes de comunicación con
una confianza excesiva, se desinflaban ante una asistencia
decepcionante.
Por
lo tanto, la supuesta muerte del hype
no es nueva, al menos para Sony y Microsoft, pero ¿Cómo lo hizo
Nintendo para dar en la diana? Efectivamente, tanto la pantalla
táctil y el sensor de movimiento de la maquina portátil y la de
sobremesa, respectivamente, sirvieron como cambios de paradigma lo
bastante radicales y atractivos como para atraer a todo ese público
que normalmente no jugaría a videojuegos.
Hay,
no obstante, un punto en el cual la estrategia de la compañía
creadora de Mario empieza a fallar: a la larga, los aficionados
serios, los hardcore, encuentran más y más difícil el dar con
juegos con propuestas serias a nivel de contenidos, diseño y
dificultad. Progresivamente, las ventas de PS3 y Xbox 360 aumentan,
si bien su instalación en los hogares no llega a los niveles de Wii,
probablemente las horas dedicadas de juego superan por un amplio
margen a las de la maquina blanca. O al menos era blanca en un
principio.
Se vendió poquísimo |
Siguiendo
con los cambios de paradigma, el soporte en el que se distribuyen los
juegos – lo que viene siendo la unidad óptica de la máquina –
también juega un papel importante. Muchas personas se compraron la
PS2 en su día porque era un forma efectiva de tener una consola y un
reproductor de DVD, el mero hecho de tener que adquirir un mando
extra para tener la misma prestación en la Xbox original dañó de
forma marginal (pero daño, de todas formas) las ventas de la maquina
de Microsoft. Este año Sony anuncia que deja de fabricar la PS2,
cuando se jubile su sucesora ¿habrá batido su récord de ventas?
El
problema, en la generación actual, vino porque cuando se lanzó la
PS3, el salto a la Alta Definición doméstica no resultó tan
sencillo, no hubo un foro que consensuara a todos los fabricantes y
se produjo el cisma Blu-Ray / HD-DVD, en el que no pocos quisieron
ver una repetición del enfrentamiento de los antiguos formatos de
vídeo: Betamax (exclusivo de Sony) y VHS (una especificación que
cualquier fabricante podía utilizar). El disco del rayo azul,
auspiciado por Sony y con el apoyo de otras compañías, ganó la
guerra, pero fue una victoria un tanto pírrica, el usuario medio
estaba aprendiendo a descargar archivos de video MKV,
que, como cualquier formato que no requiere de un soporte físico,
gana en inmediatez a los BR.
La
anunciada PS4 lleva Blu-Ray, Nintendo avisa que la 3DS será su
última máquina en utilizar cartuchos (algo que poco podría
importar ya a los usuarios a estas alturas), mientras juega al
despiste con la posibilidad de reproducir películas en sus Wiis. Y
es más que probable que Microsoft esté diseñando una estrategia
dirigida a la Nube, maniobra en la cual Sony ya le lleva ventaja,
tras la compra de la plataforma Gaikai
y el anuncio de su compatibilidad con PS4 y Vita.
Aquí
es donde se nota más el corte entre el público de la rama dura y el
casual. Al señor y a la señora Perez, rara vez le han importando
los gigatrones de RAMS o los protoherzios del procesador . Lo que
ellos quieren es comprarle una máquina que le “haga el avío” a
su/s retoño/s, que puedan pagar en cómodas mensualidades, sin que
les provoque una sangría espectacular en sus pagas, que bastante
tienen con la hipoteca, el super y el seguro del coche.
Para
el aficionado que supera los veinte años o está inmerso en su
treintena, soltero o que comparte piso, sin gastos acuciantes, tener
todas las plataformas le supone el sueldo de un mes (si tiene
trabajo, digo), cuando no trabaja le puede dedicar horas al juego, on
y off line, a trollear en los foros, Facebooks o Twitters y a ver
vídeos de Michael
Pachter en Gametrailers, eso cuando no se parte la caja con el
Angry Video Game Nerd.
El
problema es que parece que las compañías no parecen estar llegando
a esos usuarios tampoco, los cuales parecen, en buena parte, estar
también reflexionando :“si no está roto ¿para qué arreglarlo?”.
Aunque sea cierto que las consolas actuales están llegando a su
techo técnico, no es menos verdad que con el éxito de propuestas de
juego masivo online (siendo World of Warcraft un buen ejemplo, aunque
su estela se esté desinflando),
se demuestra que esa preocupación es marginal, incluso entre el
público hardcore. Y los que realmente se preocupan de este aspecto,
es más que probable que dirijan su atención a la plataforma
definitiva, el PC.
La mayor parte de los usuarios de Windows no se preocupan de
actualizar sus maquinas a menos que dejen de servirles para navegar o
reproducir archivos multimedia, lo cual inmoviliza la evolución
técnica del parqué pero también produce una mayor tranquilidad en
las carteras de las usuarios. Además, la vieja máxima de un
contertulio de, precisamente, Gametrailers, según la cual, “los
juegos de móviles no compiten contra las consolas, sino contra el
aburrimiento”, se demuestra cada vez menos cierta. Ahí están las
ventas de “Angry Birds” para atestiguarlo.
El
mercado tradicional de comprar juego en la tienda, reproducirlo en
casa utilizando el televisor y la consola, está cambiando, de hecho
lleva mucho tiempo cambiando. El futuro, según los pronósticos, son
las descargas y la Nube, eso supondrá otro cambio de paradigma, no
muy bien bienvenido por los comercios tradicionales, pero hasta
cierto punto, difícil de frenar. Hasta que esas soluciones lleguen a
un estándar, - App Store y Android Market parecen haber acertado en
su planteamiento - seguirá habiendo una brecha entre el jugador
casual y el aficionado más serio, lo cual seguirá resultando en una
fragmentación de las ventas y una distribución desigual del
mercado.
Dicho
así, puede sonar un poco apocalíptico, pero se parece más a un
“rito de paso”, a un “cruce del Rubicón” que le ha tocado a
esta industria, que, obediente a sus ciclos autoimpuestos, intenta
llenar el mercado de nuevas plataformas por las que no muchos parecen
dispuestos a pagar, salvo importantes reducciones en su
precio, algo que no parece afectar a las ventas de software de
las plataformas en general. Pero la crisis (y la piratería) tampoco
benefician las revoluciones en este aspecto, a títulos más
ambiciosos, mayor despliegue técnico e inversión necesaria. El
primer semestre de 2014 será clave para las nuevas máquinas y
probablemente la economía en general, así de largo os lo fío. Qué
pena.
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