Hay
gente que vive el drama de sufrir un cansancio devastador pero ni por
esas consigue dormir de forma plácida por las noches. En mi caso,
cualquier posible síntoma de insomnio se ha visto borrado
fulminantemente gracias al hecho de pasar las ultimas semanas con los
días llenos de cosas. Ni siquiera he tenido tiempo de procrastinar
como Dios manda, así que no he tenido un momento de “voy a
polemizar sobre este comentario en Facebook / Twitter” ni un “voy
a ver este vídeo tan gracioso del que todo el mundo habla”, no.
Como mucho, los trailers de “Batman vs Superman”, el de la nueva
de Star Wars y el de El Hombre Hormiga.... que sigo sin tenerlo muy
claro ¿Michael Douglas es Hank Pym y el otro es Scott Lang? ¿Si
Chaqueta Amarilla es el malo, en la segunda (si llega a existir) Lang
pasará a ser Goliat y el enemigo El Hombre Gigante? ¿Habrá perdido
el lector medio el interés sobre esta entrada y aún no hemos
terminado ni el primer párrafo?
En
fin, cual hoplita rechazando una invasión persa, he conseguido
rascar algo de tiempo después de un mes francamente frenético y así
escribir un poco en el blog sobre la historia detrás de mis
colaboraciones en el último ejemplar de This is Rock... que ya ha
sido sustituido por otro nuevo número para cuando se publica esta
entrada, ya saben, para qué perder las buenas costumbres.
Antes
de eso, y por si se preguntara qué tal fue mi
último concierto, he de decir que la gente que asistió me dio
la enhorabuena. Si estás leyendo esto y no estuviste, es una
lástima, deberías haber estado ya que, por ahora, no habrá estreno
en 4K y 3D de la grabación... más que nada porque me parece que más
allá de un par de fotos no han sobrevivido más pruebas visuales del
show. Una lástima, pero la versión TOCHA de “12 canciones
tristes” es como James Bond o Terminator, siempre vuelve. Ah, sí,
también he visto el trailer de la nueva de Terminator, a pesar del
nombre creo que tampoco han llamado a Tony
Banks para hacer la banda sonora ¿Sabían ustedes que Tony fue
considerado para la banda sonora de la primera de Terminator? Les da
igual ¿No? Joer, cada vez que pienso que Genesis y la Cannon están
relacionados me entra tal escalofrío...
Y
hablando de Genesis...
Steve
Hackett
Vale, no lo voy a decir.
No lo voy a decir, ya lo he repetido muchas veces y ustedes no
necesitan oírlo (leerlo) one more time... A tomar por culo la
bicicleta, ADORO a Steve Hackett. Hablar con el guitarrista siempre
es un placer, cuesta encontrar a alguien tan educado en el mundo de
la música y que sea capaz de hablar sobre tantos temas tan distintos
sin ningún tipo de cortapisas. Aunque en este caso, el lógico eje
en torno al cual giró la conversación fue su nuevo álbum,
“Wolflight”, no hubo problema en mencionar a nuestro (también)
adorado Andrés Segovia o el polémico documental “The
sum of the parts”. Por cierto, después de mi primera
entrevista con Hackett, recuerdo mencionarle a él y a Jo (su tercera
esposa) que era mucho más fácil encontrar vídeos de Narciso Yepes emitidos por la televisión japonesa que por la española, y he aquí
la prueba...
Aunque sea un triste
consuelo, con Paco de Lucia hemos tenido un poco más de suerte a la
hora de conservar su memoria audiovisual.
Ahora bien, los que
hayáis leído la reseña que hago del nuevo disco de Hackett – o
si habéis escuchado el podcast oficioso de la revista del que se
ocupa mi tocayo, Fran
Garcia -, podréis pensar “mucho adorarlo, Fran, pero tampoco
parece que lo hayas tratado muy bien”. Bueno, lo que no voy a hacer
es mentir. Yo siempre digo que me atreví a tocar mi primera nota en
una guitarra por culpa de Steve, y me gusta todo lo que hace, pero
tampoco es garantía de que TODO vaya a ser excelente. En todo caso,
ya parece que hay bastante gente flipando con el disco, así que mis
120 palabras no creo que hundan un lanzamiento que, a pesar de lo que
pueda parecer, me parece muy respetable.
Igual que no creo que mis
tropocientas palabras sobre lo magnifico que es el nuevo de Steven
Wilson vayan a hacer que venda millones de copias.
Pre-Von
Hertzen Brothers
Un colega veterano en
estas lides del periodismo musical (¡glups!), me dice que un factor
que siempre le frenó a la hora de buscar nuevos talentos a los que
producir / promocionar – algo que parece el paso habitual entre los
que escribimos sobre música -, es que ya tenía sus gustos muy
asentados en géneros y artistas más bien clásicos, con lo cual le
costaba mucho emocionarse con bandas nóveles. Por cierto, cuando
digo clásico me refiero a cosas como el Blues o el Hard Rock
setentero, no a Mozart o Rossini.
Tengo que confesar que
esto es algo que a mi también me ha ocurrido. Si bien en mi caso –
como ustedes ya pueden adivinar -, el lugar estaba tomado por el
Progresivo. Durante muchos años, para mí la “actualidad musical”
era saber si Yes sacaba disco nuevo... y con qué formación. Hasta
la llegada de Internet, leer buena parte de las revistas de música
que se editaban en español, implicaba pasar páginas y páginas de
grupos que desconocía o en los que tenía muy poco interés hasta
llegar a las míseras dos páginas sobre el músico que realmente me
interesaba.
Afortunadamente, siempre
hubo pequeños rescoldos en publicaciones como “World 1 Music”
(aquella portada con Jon Anderson y Vangelis me ganó desde el primer
momento), y más adelante mi inglés mejoró lo bastante como para
poder leer cosas como la “Classic Rock” y la revista mazacote
“Q”. Al igual que “El Gran Musical”, lo bueno de la “Q”
es que, aunque no me interesaran profundamente todos los grupos que
aparecían en ella, estaba tan bien escrita que el factor diversión
estaba a la par con el factor información. Y así acababa uno
descubriendo bandas que era prácticamente imposibles de encontrar en
la radio.
Porque, a pesar de lo que
pueda decir mi colega Anil
Prasad sobre las publicaciones impresas y aunque tengo bastante
claro que escribir para el papel es una cosa de La Vieja Escuela,
sigue existiendo una pequeña brecha cualitativa. Es menos inmediato
que una web, sí, pero precisamente es esa falta de inmediatez lo que
permite ser un poco más reflexivo, redactar un poco mejor, y,
espero, darle a la revista un poco de ese aura de objeto a conservar.
Como hago yo con el viejo volumen encuadernado del Popu que me compré
en Discos La Pera.
Ahora
sí: Von Hertzen Brothers
Toda esta perorata para
hablar de los fineses Von Hertzen, los cuales son también un poco
Vieja Escuela, pero al mismo tiempo hacen música con proyección de
futuro. Sus bases están en Led Zeppelin, Black Sabbath y Pink Floyd,
pero toman esas referencias con la suficiente frescura como para que
una diga “coño, es Rock Clásico, pero muy bien hecho y encima
meten cosas más actuales”.
La cosa es que si no
fuera por el director de This is Rock, nunca habría oído hablar del
grupo que comandan los hermanos Von Hertzen (Jonne, Kie y Mikko), y
desde que colaboro con la revista me mantengo mucho más al tanto de
la actualidad musical que antes. Pero no se trata, en mi caso, de
ponerse una medalla ni nada por el estilo. Siempre me ha gustado
considerar esto, ante todo, como divulgación de la música que yo –
y otros como yo -, amamos. Poco más.
Realmente creo que los
Von Hertzen pueden llegar a un público muy amplio, ya son estrellas
en su país natal, además de haber logrado penetrar en un mercado
tan difícil y chovinista como el británico, por lo que creo que su
“New Day Rising” puede facilitarles el salto a un nuevo nivel.
Para hablar del tema, nos
pusimos en contacto con Mikko (voz solista y guitarra) e hicimos una
de las cosas que más me gusta que haga This is Rock: el formato
“entrevista en profundidad”. Aunque dudo mucho que algún día
lleguemos al nivel de la entrevista con Almodovar que apareció en el
primer número de “Nickel Odeon” (más que nada porque esa
entrevista ocupaba en páginas el equivalente a medio ejemplar del
TiR), los 45 minutos de charleta que mantuve con Mikko a través de
Skype dieron bastante de sí.
Y como no podía ser de
otra manera, cuando terminó la entrevista “oficial”, Mikko me
estuvo contando las ganas que tenía de visitar Barcelona porque se
había vuelto loco con los libros de Carlos Ruiz Zafón (“La sombra
del viento”). Un tío muy cool este
Mikko. Lástima que decidiera pasarse buena parte de la entrevista
mascando chicle ¡Joder tío, que en España os tenemos a los fineses
como gente muy fina! (Y no, no es un juego de palabras).
The Gentle Storm
Cosas de la vida, hay
artistas a los que admiras profundamente, pero que son horribles en
el trato personal, y hay gente que te cae bien desde el primer
momento en el que entablas conversación pero por algún motivo no
consigues conectar del todo con sus creaciones.
Esto es un poco lo que me
ocurre con Arjen Lucassen, que muchos de vosotros conocéis como La
Mente Maestra del proyecto musical que es Ayreon. Encuentro admirable
lo que ha conseguido con sus creaciones, artística y comercialmente.
Es un señor la mar de majo, con los pies en la tierra, educado y
posee un gran sentido del humor. Pero, salvo contadas excepciones, no
me acaba de llegar lo que hace y casi me siento tentado de decir “lo
siento”.
Su colaboración con la
dulce Anneke van Giersbergen (ex-The Gathering), The Gentle Storm, ha
desembocado en un disco, “The diary”, que me parece bueno, además
de partir de un concepto interesante, pero no termina por
apasionarme. Una vez más, a Arjen no le hace falta que a mí me
apasione porque ya tiene una cantidad importante de fieles fans que
le siguen y que, estoy seguro, disfrutarán mucho de este álbum. Lo
único que puedo decir, tal y como destaco en mi reseña, es que
probablemente hubiera sido mejor que hubiera sacado un álbum de un
sólo disco y dejara las múltiples versiones de los temas para la
edición especial.
¡Fish!
Al igual que Bryan
Ferry, otra asignatura pendiente de ver en directo que se aprueba
con nota alta. Ya sé que a mucha gente le resultará un poco
incomprensible, pero para mí pocas cosas hay como la música en
directo. Sí, a veces hay que hacerse tantos (o más) kilómetros que
los propios músicos para ver a algunos grupos en directo, es un
coñazo tener cerca a esa gente que, por algún incomprensible
motivo, son fans de una banda (se saben las canciones y todo, me
consta) pero se pasan buena parte del show comentándolo como si
aquello fuera un partido de fútbol, y el precio de las entradas a
veces puede ser un poco abusivo (me refiero especialmente a las
grandes estrellas consagradas, no a los curritos como Fish o Bigelf).
Pero no hay nada como el
momento en el que la música ambiental se detiene, las luces se
apagan y el tipo al que tantas veces has visto en DVD aparece sobre
las tablas. Que sí, que tenemos Ultra HD, 3D y Dolby Atmos, pero
donde se ponga una sala con iluminación...er.... complicada (no vean
lo que sufrí para sacar una foto decente) y una PA atronadora, que
se quite lo demás.
En serio, estuvo muy
bien, y para mí fue un plus el encontrarme, nada más llegar, al
gran Paco Fox en la cola de entrada, al que después se sumaría un
señor que ha escrito un libro sobre...¿Formula 1?
Por cierto, que una de
las cosas de las que hablamos la gente de “Vicisitud
y Sordidez” y yo – aparte de mucho sobre Rock Progresivo y de
cómo eso nos da incontables puntos de destreza para ser un héroe
del Nunca Follarás en la Vida -, fue “Cinebasura, la película”,
proyecto que Paco, con la ayuda de un esforzado equipo creativo
intenta levantar. La campaña de crowdfunding
ya terminó, pero si usted quiere currar en una película y tiene
capacidad para ocupar puestos como Director de Arte u otras destrezas
técnicas, no dude en ponerse en contacto con el señor Fox.
Obviamente, casi mejor si vive usted en Madrid.
Como ya he mencionado, el
concierto en sí se saldó con un buen éxito artístico (del cual ya
hablo en mi crónica para la revista), y hasta cierto punto también
de asistencia (sobre todo teniendo en cuenta que era martes por la
noche). Pero el otro plus adicional para mí fue que el señor
William Dereck salió a las puertas de la Sala Caracol para firmar
todo aquello que los fans le pusiéramos por delante, hacerse fotos
con nosotros, comentar la jugada e incluso se acordaba de la
entrevista que mantuvimos por Skype
el año pasado, o eso dijo, no sé hasta qué punto de cansado estaba
el hombre para acordarse de tales cosas y en realidad estaba
intentado quedar medio bien.
Por lo demás, no puedo
decir mucho salvo que Madrid me sigue encantando, que por poco no
llego al AVE de vuelta a tiempo (más por un problema de orientación
que por ganas de quedarme) y que este año tiene toda la pinta de que
voy a gastarme mucha más pasta en asistir a conciertos ajenos que en
montar los míos como ar-tis-ta. Mal, Fran, muy mal.
When worlds collide... (Selfie tomada con una reflex, así nos las gastamos) |
No obstante, en breve más
y mejor.
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