Vale.
AC/DC están en la portada, vale, los australianos, así como Queen o
Led Zeppelin suelen ser un buen reclamo para la revista, pero eso es
más un síntoma de cómo funciona el público que de cómo funciona
This is Rock. Si no fuera
así, no tendríamos una Interviu en España ni en Inglaterra serían
famosas las “chicas de la página 3” que ilustran los tabloides.
Puñetas, si hasta el sórdido de Rick
Wakeman se casó con una.
Pero
tal y como me dijo David
Sancious en su día “lo mismo pasa en Estados Unidos, tienes
que tener una portada con Hendrix cada seis meses”. Escribo esto,
además, cuando se ha levantado algo de polvareda por lo rápido que
se han vendido las entradas de los varios shows anunciados por AC/DC
en nuestro país. Bien, ya hay un artículo – no escrito por mí –
que resume perfectamente mi sentir al respecto, un asunto que
expandiré en la próxima entrada del blog. (Lo siento, no he podido
encontrar el artículo en cuestión, gracias Facebook por tu fabulosa
herramienta de búsqueda).
Si
bien todo lo anterior es cierto, como lo es que las cuatro
entrevistas que llevan mi firma tienen muy poco que ver con el Rock
and Roll convencional, pero, demonios, qué esperaban, como ya he
explicado en varias ocasiones, el Rock Progresivo arruinó mi vida...o la termino de arreglar.
Cheeto's
Magazine
Quizás
no sea la forma más propicia de empezar a hablar de una banda, pero
los Cheeto me engañaron al principio. Quiero decir, con tan pocas
referencias geográficas como las que adornan el libreto de su nuevo
CD – sí, los discos compactos siguen existiendo - y con una
pronunciación del inglés tan correcta, yo llegué a pensar que
Esteban Navarro y Cía podían ser, tranquilamente, estadounidenses
con ascendencia latina.
Pero
no, son de Cataluña y a la hora de escribir estos párrafos
comunican que han encontrado nuevo
batería, así que albricias y cuchufletas, porque eso significa
que “Boiling fowls” tendrá más opciones de ser interpretado en
directo y que cualquiera de nosotros los podrá catar en un futuro
cercano.
Además,
después de haberlos entrevistado puedo afirmar sin problemas que
tienen un sentido del humor tan a prueba de bombas como el que se
deja notar en su música, sus letras y en su completísimo diseño
gráfico que, ya les digo, no les va a dejar indiferentes. Además
con tantas referencias a los videojuegos como las que jalonan su
música, lo más probable es que, como yo, sean oyentes de Game
Over, y si no lo son... ¡Deberían serlo!
Devin
Townsend
Ya
hablé en una entrada
anterior de cómo, por motivos personales, tenía una relación
curiosa con la música del canadiense. Pues, para darle un giro aún
más curioso, cuando se produjo la llamada que ha terminado como
entrevista en este número, yo estaba en medio de una crisis
familiar. No voy a entrar en detalles, pero fue uno de esos días en
los que pensé “¡¡¿¿Pero puede pasar algo más hoy??!!!” En
todo caso, les puedo comunicar que todo salió bien, la crisis se
solucionó y pude hablar ¡Por fin! (la anterior entrevista tuvo que
ser por email) con el ex-lider de Strappin' Young Lad.
Devin
es un señor muy sincero (a veces demasiado sincero), muy explicito
(a veces demasiado explicito), algo que espero se transmita en las
páginas que ha llenado nuestra conversación. Y les recomiendo
encarecidamente Z²,
porque entre los dos discos contiene auténticos temazos.
Andy
Jackson
Hay
entrevistas con gente más o menos conocida que son para cumplir el
expediente, eso se nota, pero hay otras que devienen en una charla
amigable, en la que, si no fuera porque estás vía Skype, te da la
impresión de que podrías estar compartiendo anécdotas con un tipo
enrrollado que acaba de dar un buen bolo en un bar.
Eso
es más o menos lo que ocurrió con el ingeniero de
sonido-productor-y ahora músico en solitario, Andy Jackson. Aunque
dicho así el nombre lo mismo no os diga gran cosa, este hombre lleva
desde principios de los ochenta dándole a los botones en la mesa de
mezclas para un pequeño grupete yeyé llamado Pink Floyd desde que
otro técnico/productor insigne llamado James Guthrie lo contratara
como ayudante para los conciertos originales de “The Wall” en
1980.
Desde
entonces, Jackson ha escalado puestos hasta trnasformarse en uno de
los imprescindibles para el universo floydiano, el que no se lo
crea, que se lea la que considero una de las mejores - sino la mejor
-, biografía sobre el grupo que otrora liderase Syd Barret: “Pigs
might fly”.
Además
de ser coproductor del nuevo “The endless river” (estoy sopesando
que mi reseña de ese álbum implique mi estreno como Youtuber
¡Horror!), Jackson ha sacado disco bajo su propio nombre “Signal
to noise”, del cual tienen aquí una pequeña muestra (y más abajo
una mezcolanza de los lanzamientos de los que hablo en este número)
que, espero, les mole tanto como a mí.
Para
mi fue una gozada hacer mis habituales preguntas técnicas que sólo
nos importan a cuatro gatos. Ya sé que muchos de ustedes preferirían
que le hiciera un suculento cuestionario sobre si Gilmour y Waters
alguna vez llegaron a las manos... va a ser que no. Además, a mí me
ganó en cuanto me dijo que el primer grupo que realmente le impacto
fue Van der Graaf Generator... y entonces es cuando servidor se
permitió sacar pecho para contar cómo había entrevistado a Hammill
un par de veces.
Ah
sí, y también ha trabajado con un grupete maño... Héroes de
nosequé....
Umphry's
McGee
Un
día te llega un CD – sí, insisto en los discos compactos -, de un
grupo que te suena vagamente, y antes de darte cuenta ya estás
cantando los estribillos de sus canciones en el coche, buscando
información sobre ellos, dándote cuenta de que te enganchan y antes
de pestañear... ya tienes una entrevista cerrada vía Skype.
Esta
fue la última entrevista que hice cuando estuve en un estado fébril
hace unos meses, cómo conseguí mantener un discurso con algo de
coherencia sigue siendo un misterio. Tal y como le comuniqué a
Brendan Bayliss (cantante y guitarrista y que actuó como portavoz
del grupo) al terminar la conversación “voy a tenderme y dejarme
morir”, a lo cual él respondió “bueno, espero que esta
entrevista sea lo último que publiques antes de morir”.
Obviamente, lo dijo en tono de cachondeo – además, habíamos
estado hablando de Frank Zappa, figúrense -, aún así ¡Qué
cabroncete! Por cierto, reseñas a go-go:
En
todo caso, la primera llamada de aquel aciago día fue una que
podréis encontrar en el número de, ya, Enero de 2015. Una
entrevista que os puedo decir fue ÉPICA, y en la que aún me
encontraba lo bastante bien – al menos al principio -, como para no
quedar demasiado mal.
Ya
os contaré.
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