miércoles, 24 de septiembre de 2014

LO BUENO SE HACE ESPERAR...



...y por eso yo siempre llego tarde a las citas, ahhh, el humorismo (redoble de tambor y golpe en el plato).



Ahora en serio, no es necesario ocultar que los contenidos de la revista This is Rock firmados por este simpático blogger – el otro día me definieron así y aún no sé cómo tomármelo, me parece un término tan 2004... -, llevaban bastante tiempo en la nevera.


Pero, como ya he explicado en otras ocasiones, la actualidad u otros lanzamientos mandan, como muestran los enlaces a las cosas que reseño en el nuevo número. Nada de eso quita para que esté muy orgulloso de los contenidos de este mes: para empezar, mis 4.000 palabras sobre el genio, la maestría y, por qué no decirlo, el hijoputismo (si bien me he contenido mucho más que en esta entrada del blog) de John Martyn. En este caso, se trata sobre todo de una visión general de la carrera del cantautor escocés, para la cual servidor intentó leer toda la literatura, escuchar toda la música y ver todos los vídeos que fue posible. Espero que el resultado final dé buena cuenta de ello.


Lo siguiente es la entrevista con Nick Beggs. De nuevo, se trata de una entrevista a la que llegué con algo de miedo, a ver, Beggs empezó a destacar para aquellos que seguimos la escena progresiva porque se unió a la banda de Steve Hackett - ¿Os he dicho alguna vez que ADORO a Steve Hackett? -, gracias a su gran manejo del bajo y el stick, además de por sus excéntricas pintas sobre el escenario: coletas de colegiala, faldas de cuero, capas, sombreros de copa...


¿De dónde me venía el miedo? Pues ya saben ustedes que yo soy un poco escéptico con la gente tan aparentemente excéntrica, porque, en el fondo, lo que quieren es ser el centro de cualquier ocurrencia o momento divertido que pueda suceder durante la conversación. No fue el caso, Nick me ganó en cuanto me puso por delante la bandeja de Doritos que el catering había dejado en el camerino en el que se llevó a cabo la entrevista. Qué fácil soy de convencer ¿Verdad? En el fondo, es que siempre había querido empezar un artículo con la frase “el bajista me ofrece picar de una bandeja de Doritos”...


En todo caso, y aunque en las dos páginas que se le dedica no dé tiempo a repasar toda su trayectoria, os aseguro que la carrera y la vida de Beggs dan para una flipante novela. Como os habréis imaginado, el encuentro se llevó a cabo horas antes del concierto del gran Steven Wilson – uno de esos que tengo en el archivo dentro de la categoría “conciertos perfectos” -, cuando Nick aún no había vuelto a la banda de Hackett para encarar los últimos tramos de la gira “Genesis Revisited”, razón por la cual una de las preguntas queda totalmente desfasada, pero el mundo editorial tiene estas cosas, me temo.





También tenéis mi reseña del magnifico concierto de los British Lion que comanda Steve Harris (sempiterno bajista de Iron Maiden), durante una noche en la sevillana Custom que también contó con los magnificos “The Raven age” como teloneros. Como he hecho en otros casos, ahí van algunos descartes de las fotos. (Descartes porque no han acabado impresas, quiero decir), incluyendo una de Beggs durante el concierto de Wilson. Amén de enlaces a algunos de los discos reseñados por el amo y señor de este blog (que soy yo, vamos).




Bueno, y este es uno de esos capítulos breves del blog, más que nada porque Septiembre ha vuelto con una fuerza inusitada este año, tanto es así que durante un día la frase “No es que no tenga tiempo para gilipolleces ¡Es que no tengo tiempo!” se convirtió en una especie de mantra que se repetía varios millones de veces en mi cabeza durante algunas jornadas.





Lo cual es bueno, espero.