domingo, 10 de mayo de 2015

12 CANCIONES EN EL DIVÁN




Algunos de vosotros ya lo habréis adivinado por mi cambio de foto en el perfil de, por ejemplo, el tuiti. Así que no tiene más sentido esperar para el anuncio del próximo concierto... a menos que os pase como a mí y os encontréis escribiendo anuncios de próximos conciertos cuando os queda poco tiempo para ir a la cama. Eso podría justificar algunos errores gramaticales, si no fuera por el hecho de que pienso repasar este texto por la mañana nada más despertarme.



¿Por qué Fran escribe a horas tan intempestivas? Creedme cuando os digo que no he encontrado otro momento.

Me veo en la tentación de decir “el próximo chou va a ser diferente de los anteriores”, pero pensándolo bien, ningún concierto de 12 canciones tristes se ha parecido mucho al anterior. Pero este sí que plantea algunas diferencias importantes. Para empezar, su emplazamiento en el Café Cultural “Lagallina en el diván”, la clase de sitio en el que vuestro cantautor lánguido favorito ha pasado muchas tardes con un libro y un café. Sí, soy de los que aún hace cosas así.



Sita en la Calle Alejandro Collantes 38 (Sevilla), “La gallina” tiene muchas cosas buenas: ludoteca (por si os aburrís mucho con las canciones, pues os ponéis con una animada Y SILENCIOSA partida al Monopoly), cómics (uno de ellos firmados por Carlos Pachecho, no menos) y, lógicamente, comida y bebida en abundancia.

También tiene un pequeño “handicap”, y es que al encontrarse en un barrio residencial, el tema del ruido es delicado. Se supone que servidor empezará a las 21:00 (ya de por sí una hora comprometida) y que los conciertos allí tienden a ser “desenchufados”. Yo no tengo problema en cantar a voz viva – léase pelada -, pero en todo caso me llevaré por lo menos el micrófono y un altavoz para hacerme ilusiones de que aquello suena como si fuese Wembley, aunque sea en mi cabeza. He sopesado cantar usando una mano como micrófono, como tito Phil en uno de sus vídeos más celebrados (y baratos), pero entonces no podré tocar las notas más bajas en el teclado y las cuerdas de la guitarra estarían siempre al aire.



En otro orden de cosas, una diferencia más de este concierto con respecto a los anteriores es que no voy a planear un repertorio cerrado. Servidor se va a llevar sus cuadernos de acordes y letras para dejar que la tarde fluya, en todo caso habrá dos partes... ¡Puede que en un momento dado pregunte cosas al público! ¡Cosas como “¿Cuál fue el primer disco que te compraste”?

Bien pensado, la idea de cerrar set-list empieza a ganar fuerza.




¡Venirse! ¡Volveré a imprimir otro programa de la gira (con CD incluido) para ser sorteado entre los asistentes! ¡Mientras más seamos... etc, etc, etc....!

miércoles, 6 de mayo de 2015

LA GENTÍL TORMENTA


Hay gente que vive el drama de sufrir un cansancio devastador pero ni por esas consigue dormir de forma plácida por las noches. En mi caso, cualquier posible síntoma de insomnio se ha visto borrado fulminantemente gracias al hecho de pasar las ultimas semanas con los días llenos de cosas. Ni siquiera he tenido tiempo de procrastinar como Dios manda, así que no he tenido un momento de “voy a polemizar sobre este comentario en Facebook / Twitter” ni un “voy a ver este vídeo tan gracioso del que todo el mundo habla”, no. Como mucho, los trailers de “Batman vs Superman”, el de la nueva de Star Wars y el de El Hombre Hormiga.... que sigo sin tenerlo muy claro ¿Michael Douglas es Hank Pym y el otro es Scott Lang? ¿Si Chaqueta Amarilla es el malo, en la segunda (si llega a existir) Lang pasará a ser Goliat y el enemigo El Hombre Gigante? ¿Habrá perdido el lector medio el interés sobre esta entrada y aún no hemos terminado ni el primer párrafo?



En fin, cual hoplita rechazando una invasión persa, he conseguido rascar algo de tiempo después de un mes francamente frenético y así escribir un poco en el blog sobre la historia detrás de mis colaboraciones en el último ejemplar de This is Rock... que ya ha sido sustituido por otro nuevo número para cuando se publica esta entrada, ya saben, para qué perder las buenas costumbres.



Antes de eso, y por si se preguntara qué tal fue mi último concierto, he de decir que la gente que asistió me dio la enhorabuena. Si estás leyendo esto y no estuviste, es una lástima, deberías haber estado ya que, por ahora, no habrá estreno en 4K y 3D de la grabación... más que nada porque me parece que más allá de un par de fotos no han sobrevivido más pruebas visuales del show. Una lástima, pero la versión TOCHA de “12 canciones tristes” es como James Bond o Terminator, siempre vuelve. Ah, sí, también he visto el trailer de la nueva de Terminator, a pesar del nombre creo que tampoco han llamado a Tony Banks para hacer la banda sonora ¿Sabían ustedes que Tony fue considerado para la banda sonora de la primera de Terminator? Les da igual ¿No? Joer, cada vez que pienso que Genesis y la Cannon están relacionados me entra tal escalofrío...



Y hablando de Genesis...

Steve Hackett

Vale, no lo voy a decir. No lo voy a decir, ya lo he repetido muchas veces y ustedes no necesitan oírlo (leerlo) one more time... A tomar por culo la bicicleta, ADORO a Steve Hackett. Hablar con el guitarrista siempre es un placer, cuesta encontrar a alguien tan educado en el mundo de la música y que sea capaz de hablar sobre tantos temas tan distintos sin ningún tipo de cortapisas. Aunque en este caso, el lógico eje en torno al cual giró la conversación fue su nuevo álbum, “Wolflight”, no hubo problema en mencionar a nuestro (también) adorado Andrés Segovia o el polémico documental “The sum of the parts”. Por cierto, después de mi primera entrevista con Hackett, recuerdo mencionarle a él y a Jo (su tercera esposa) que era mucho más fácil encontrar vídeos de Narciso Yepes emitidos por la televisión japonesa que por la española, y he aquí la prueba...



Aunque sea un triste consuelo, con Paco de Lucia hemos tenido un poco más de suerte a la hora de conservar su memoria audiovisual.



Ahora bien, los que hayáis leído la reseña que hago del nuevo disco de Hackett – o si habéis escuchado el podcast oficioso de la revista del que se ocupa mi tocayo, Fran Garcia -, podréis pensar “mucho adorarlo, Fran, pero tampoco parece que lo hayas tratado muy bien”. Bueno, lo que no voy a hacer es mentir. Yo siempre digo que me atreví a tocar mi primera nota en una guitarra por culpa de Steve, y me gusta todo lo que hace, pero tampoco es garantía de que TODO vaya a ser excelente. En todo caso, ya parece que hay bastante gente flipando con el disco, así que mis 120 palabras no creo que hundan un lanzamiento que, a pesar de lo que pueda parecer, me parece muy respetable.



Igual que no creo que mis tropocientas palabras sobre lo magnifico que es el nuevo de Steven Wilson vayan a hacer que venda millones de copias.



Pre-Von Hertzen Brothers

Un colega veterano en estas lides del periodismo musical (¡glups!), me dice que un factor que siempre le frenó a la hora de buscar nuevos talentos a los que producir / promocionar – algo que parece el paso habitual entre los que escribimos sobre música -, es que ya tenía sus gustos muy asentados en géneros y artistas más bien clásicos, con lo cual le costaba mucho emocionarse con bandas nóveles. Por cierto, cuando digo clásico me refiero a cosas como el Blues o el Hard Rock setentero, no a Mozart o Rossini.



Tengo que confesar que esto es algo que a mi también me ha ocurrido. Si bien en mi caso – como ustedes ya pueden adivinar -, el lugar estaba tomado por el Progresivo. Durante muchos años, para mí la “actualidad musical” era saber si Yes sacaba disco nuevo... y con qué formación. Hasta la llegada de Internet, leer buena parte de las revistas de música que se editaban en español, implicaba pasar páginas y páginas de grupos que desconocía o en los que tenía muy poco interés hasta llegar a las míseras dos páginas sobre el músico que realmente me interesaba.



Afortunadamente, siempre hubo pequeños rescoldos en publicaciones como “World 1 Music” (aquella portada con Jon Anderson y Vangelis me ganó desde el primer momento), y más adelante mi inglés mejoró lo bastante como para poder leer cosas como la “Classic Rock” y la revista mazacote “Q”. Al igual que “El Gran Musical”, lo bueno de la “Q” es que, aunque no me interesaran profundamente todos los grupos que aparecían en ella, estaba tan bien escrita que el factor diversión estaba a la par con el factor información. Y así acababa uno descubriendo bandas que era prácticamente imposibles de encontrar en la radio.



Porque, a pesar de lo que pueda decir mi colega Anil Prasad sobre las publicaciones impresas y aunque tengo bastante claro que escribir para el papel es una cosa de La Vieja Escuela, sigue existiendo una pequeña brecha cualitativa. Es menos inmediato que una web, sí, pero precisamente es esa falta de inmediatez lo que permite ser un poco más reflexivo, redactar un poco mejor, y, espero, darle a la revista un poco de ese aura de objeto a conservar. Como hago yo con el viejo volumen encuadernado del Popu que me compré en Discos La Pera.

Ahora sí: Von Hertzen Brothers

Toda esta perorata para hablar de los fineses Von Hertzen, los cuales son también un poco Vieja Escuela, pero al mismo tiempo hacen música con proyección de futuro. Sus bases están en Led Zeppelin, Black Sabbath y Pink Floyd, pero toman esas referencias con la suficiente frescura como para que una diga “coño, es Rock Clásico, pero muy bien hecho y encima meten cosas más actuales”.



La cosa es que si no fuera por el director de This is Rock, nunca habría oído hablar del grupo que comandan los hermanos Von Hertzen (Jonne, Kie y Mikko), y desde que colaboro con la revista me mantengo mucho más al tanto de la actualidad musical que antes. Pero no se trata, en mi caso, de ponerse una medalla ni nada por el estilo. Siempre me ha gustado considerar esto, ante todo, como divulgación de la música que yo – y otros como yo -, amamos. Poco más.



Realmente creo que los Von Hertzen pueden llegar a un público muy amplio, ya son estrellas en su país natal, además de haber logrado penetrar en un mercado tan difícil y chovinista como el británico, por lo que creo que su “New Day Rising” puede facilitarles el salto a un nuevo nivel.



Para hablar del tema, nos pusimos en contacto con Mikko (voz solista y guitarra) e hicimos una de las cosas que más me gusta que haga This is Rock: el formato “entrevista en profundidad”. Aunque dudo mucho que algún día lleguemos al nivel de la entrevista con Almodovar que apareció en el primer número de “Nickel Odeon” (más que nada porque esa entrevista ocupaba en páginas el equivalente a medio ejemplar del TiR), los 45 minutos de charleta que mantuve con Mikko a través de Skype dieron bastante de sí.



Y como no podía ser de otra manera, cuando terminó la entrevista “oficial”, Mikko me estuvo contando las ganas que tenía de visitar Barcelona porque se había vuelto loco con los libros de Carlos Ruiz Zafón (“La sombra del viento”). Un tío muy cool este Mikko. Lástima que decidiera pasarse buena parte de la entrevista mascando chicle ¡Joder tío, que en España os tenemos a los fineses como gente muy fina! (Y no, no es un juego de palabras).

The Gentle Storm

Cosas de la vida, hay artistas a los que admiras profundamente, pero que son horribles en el trato personal, y hay gente que te cae bien desde el primer momento en el que entablas conversación pero por algún motivo no consigues conectar del todo con sus creaciones.



Esto es un poco lo que me ocurre con Arjen Lucassen, que muchos de vosotros conocéis como La Mente Maestra del proyecto musical que es Ayreon. Encuentro admirable lo que ha conseguido con sus creaciones, artística y comercialmente. Es un señor la mar de majo, con los pies en la tierra, educado y posee un gran sentido del humor. Pero, salvo contadas excepciones, no me acaba de llegar lo que hace y casi me siento tentado de decir “lo siento”.



Su colaboración con la dulce Anneke van Giersbergen (ex-The Gathering), The Gentle Storm, ha desembocado en un disco, “The diary”, que me parece bueno, además de partir de un concepto interesante, pero no termina por apasionarme. Una vez más, a Arjen no le hace falta que a mí me apasione porque ya tiene una cantidad importante de fieles fans que le siguen y que, estoy seguro, disfrutarán mucho de este álbum. Lo único que puedo decir, tal y como destaco en mi reseña, es que probablemente hubiera sido mejor que hubiera sacado un álbum de un sólo disco y dejara las múltiples versiones de los temas para la edición especial.



¡Fish!

Al igual que Bryan Ferry, otra asignatura pendiente de ver en directo que se aprueba con nota alta. Ya sé que a mucha gente le resultará un poco incomprensible, pero para mí pocas cosas hay como la música en directo. Sí, a veces hay que hacerse tantos (o más) kilómetros que los propios músicos para ver a algunos grupos en directo, es un coñazo tener cerca a esa gente que, por algún incomprensible motivo, son fans de una banda (se saben las canciones y todo, me consta) pero se pasan buena parte del show comentándolo como si aquello fuera un partido de fútbol, y el precio de las entradas a veces puede ser un poco abusivo (me refiero especialmente a las grandes estrellas consagradas, no a los curritos como Fish o Bigelf).



Pero no hay nada como el momento en el que la música ambiental se detiene, las luces se apagan y el tipo al que tantas veces has visto en DVD aparece sobre las tablas. Que sí, que tenemos Ultra HD, 3D y Dolby Atmos, pero donde se ponga una sala con iluminación...er.... complicada (no vean lo que sufrí para sacar una foto decente) y una PA atronadora, que se quite lo demás.

En serio, estuvo muy bien, y para mí fue un plus el encontrarme, nada más llegar, al gran Paco Fox en la cola de entrada, al que después se sumaría un señor que ha escrito un libro sobre...¿Formula 1?



Por cierto, que una de las cosas de las que hablamos la gente de “Vicisitud y Sordidez” y yo – aparte de mucho sobre Rock Progresivo y de cómo eso nos da incontables puntos de destreza para ser un héroe del Nunca Follarás en la Vida -, fue “Cinebasura, la película”, proyecto que Paco, con la ayuda de un esforzado equipo creativo intenta levantar. La campaña de crowdfunding ya terminó, pero si usted quiere currar en una película y tiene capacidad para ocupar puestos como Director de Arte u otras destrezas técnicas, no dude en ponerse en contacto con el señor Fox. Obviamente, casi mejor si vive usted en Madrid.



Como ya he mencionado, el concierto en sí se saldó con un buen éxito artístico (del cual ya hablo en mi crónica para la revista), y hasta cierto punto también de asistencia (sobre todo teniendo en cuenta que era martes por la noche). Pero el otro plus adicional para mí fue que el señor William Dereck salió a las puertas de la Sala Caracol para firmar todo aquello que los fans le pusiéramos por delante, hacerse fotos con nosotros, comentar la jugada e incluso se acordaba de la entrevista que mantuvimos por Skype el año pasado, o eso dijo, no sé hasta qué punto de cansado estaba el hombre para acordarse de tales cosas y en realidad estaba intentado quedar medio bien.



Por lo demás, no puedo decir mucho salvo que Madrid me sigue encantando, que por poco no llego al AVE de vuelta a tiempo (más por un problema de orientación que por ganas de quedarme) y que este año tiene toda la pinta de que voy a gastarme mucha más pasta en asistir a conciertos ajenos que en montar los míos como ar-tis-ta. Mal, Fran, muy mal.

When worlds collide... (Selfie tomada con una reflex, así nos las gastamos)



No obstante, en breve más y mejor.