jueves, 18 de julio de 2013

CULTURA BARATA: IGOR

Esta es la pinta que tiene... sin la absenta, claro


FORMATO: 1 DVD
PRECIO: 1 EURO (sí, sí, un euro, one euro, une euro)
LUGAR: ALCAMPO SEVILLA – RONDA DEL TAMARGUILLO

Tardes de trailers

Existe la leyenda urbana según la cual, el número de suicidios se incrementa los domingos por la tarde. Como muchas leyendas urbanas, tiene lo suficiente de posible como para ser creída, ¿A quién no le ha entrado un agobio muy grande cuando se da cuenta de que después de un fin de semana tranquilo (o muy fiestero) hay que volver a las clases o al trabajo? ¿Qué hace uno con esas horas absurdas que hay entre las siete y las diez de la noche, sobre todo cuando hay que madrugar al día siguiente? ¿Por qué no me ha dado tiempo a hacer todo lo que tenía pensado? ¿Cuándo se va a ir de mi casa la chica con el dragón tatuado con la que desperté esta mañana? ¿Por qué me lanza miradas sospechosas desde la mesa mientras teclea en su portátil?

En fin, yo esto de la “leyenda urbana” debería decirlo con la boca chica porque conozco, al menos, un caso de suicidio – no cercano a mi, simplemente saltó en una conversación con alguien que conocía un poco – que se llevó a cabo en una de esas temibles tardes del día del descanso. A partir de aquí, podría frivolizar con que, por este motivo buena parte de la jornada futbolística se concentra en los domingos por la tarde, que así la gente puede descargar su furia y sus frustraciones – por lo general sobre el árbitro, jugadores extranjeros, guardias de seguridad, su suegra, el vendedor de bocatas y el resto de la población mundial -, que si pan y circo para el pueblo, que si el opio para la gente...

Pero mejor no, el hecho de quitarse la vida no es objeto de chistes... salvo, claro, que uno de los personajes de la película de la que hablamos hoy intente hacer eso mismo durante todo el film... ¡porque no puede morir!

Siguiendo con mi increíble capacidad para hilar temas, una de mis mayores aficiones para las horas vagas del Día del Señor ha sido ver trailers de películas, lo cual no requiere tantos insultos como los que se oyen en un partido de fútbol infantil (salvo cuando al montador se le ocurre meter un susto final antes de los créditos de una de terror), y me parece una elección mucho mejor que suicidarse. Porque suicidarse es una mierda, y con eso zanjo las risas sobre el tema de la muerte voluntaria.

Hasta que empecemos a hablar del DVD que hoy nos ocupa, claro.

Y la eutanasia no la incluyo.

Y esto es un homenaje a “La realidad estupefaciente”.

A lo que iba, frente otra gente que prefiere llegar a la sala con el tiempo justo para “no ver la pesadez de los trailers” - ¡en qué cabeza cabe! -, yo soy de los que le gusta ir temprano para poder verlos todos. El problema (o la ventaja): se suelen poner adelantos de películas que enlazan con la temática del film que se va a ver... bueno, de aquella manera, porque más de uno se comió “Un plan sencillo” (“A simple plan”, 1998, dirigida por Sam Raimi), porque antes se proyectaba el trailer de “La Amenaza Fantasma” (“Star Cagarruta, Episode I”, 1999, George Lucas) . Pero, por lo general, si uno va a ver, por ejemplo, una de Disney, lo mas seguro es que le caiga imágenes de otras películas de animación, anuncios de DVDs de algún clásico que se pueden adquirir “a un precio especial, por tiempo limitado”, o fragmentos de alguna comedia estupendamente blanca y libre de lenguaje soez. O al menos, hasta que a Disney le dio por comprar la mayor parte del entretenimiento freak, todo esto era esperable. Eso si, si es una de Pixar, ya les vale más correr para no perderse el, probablemente, alucinante corto previo.

Para bien o para mal, los Igor tipo Pratchett no salen (del todo) en este DVD

Los trailers, al igual que la intro cantada de las series de animación ochenteras, dan la impresión de que lo que se va a ver es mucho más alucinante, dinámico y mejor hecho que lo que uno acaba por visionar tras el pago de la entrada. Aunque a veces son incluso peores y lo que consiguen es contarte toda la trama antes incluso de que puedas pensar “mmmm, tiene buena pinta, lo mismo la veo cuando al estrenen”. Eso, cuando no concentran los mejores gags de una comedia, dejando pocas risas cuando ves el film.

Para los que nos gusta el cine, el hecho de que Apple consiguiera crear una página que aglutinase de forma periódica y organizada – ya saben, en el estilo limpio y funcional que caracteriza a la empresa de la manzana -, los trailers mas novedosos, supuso una gran alegría. Sobre todo porque no se concentra únicamente en los grandes estudios o en los estrenos tipo “Blockbusters”, sino también en una buena cantidad de lanzamientos que aquí tardaremos años en ver... si es que incluso nos llegan, claro. Por no olvidar que uno puede echarse unas risas viendo cómo se titulan algunos de los escasos lanzamientos de cine español que llegan a territorio yanqui.

Por supuesto, Apple no fue la primera que ofreció un servicio de esta índole, y durante un tiempo tampoco fue la que ofrecía la mejor calidad de imagen, pero en los tiempos pre-youtube, no requería el baile de codecs y descargas de software con alto porcentaje residual como el de Real Audio – ahhh, aquel trailer de “La Comunidad del Anillo” visto con más saltos que una carrera de obstáculos, en el PC de la delegación de estudiantes – así que, como ocurrió con el Iphone, las prestaciones óptimas se vieron derrotadas por la sencillez y la ergonomía.

Por lo menos para mi que no me importa ver los trailers en inglés.

Sin duda, lo que terminó de ganarme para la página de la empresa otrora dirigida por Steve Jobs, fueron los diarios de producción de “Watchmen”, cada lunes, de manera bastante religiosa, esperaba con impaciencia el nuevo adelanto del film. Por aquel entonces, la web ya estaba ofreciendo imágenes en HD y era una gozada.

Alrededor de esa época vi el adelanto del film que nos ocupa hoy. Con lo que batimos un nuevo récord de casi dos páginas (según el procesador de textos) de introducción antes de hablar de la película. Esto marcha...

Una comedia negra de animación

El trailer de “Igor” (dirigida por Tony Leondis y estrenada en los EEUU en 2008) nos presentaba un mundo en el cual, cada científico loco tiene un ayudante Igor, cuyo cometido principal es “Tirar de la palanca” para activar la alucinada creación de los mad doctors. Pero... un Igor en particular quiere ser inventor terrorífico...

Siempre es mejor hacer una comedia negra de animación que una comedia involuntaria, ¿Eh Christian?

Vale, como premisa, no parece que vaya a ir muy lejos, pero si el personaje principal lo dobla (en los EEUU, claro), John Cusack, el resto del reparto lo conforma John Cleese, Steve Buscemi más otros actores reputados, y si uno encuentra especialmente graciosos los gags del adelanto, pues... espera con ansias su estreno. Además, una película que admite la existencia de “los Igor” como en las novelas de Terry Pratchett, bueno, qué más se puede pedir... Curiosamente parece que Pratchett nunca se ha pronunciado sobre el tema, los mismo es que tampoco se llegó a enterar...

Lamentablemente, “Igor” llegó tarde y mal a España, su estreno pasó prácticamente de tapadillo, y al no tratarse de un carismático título de Dreamworks (o sea, otra parte de Shrek), Pixar o Disney, pues incluso los programas de cine que repasan de forma somera los estrenos, solo le dedicaron una breve mención. Eso sí, la distribuidora confió lo suficiente en ella como para contratar a Santiago Segura como doblador del personaje principal. Maniobra que, estoy seguro, echó para atrás a más de uno.

A mi no, Segura me sigue cayendo bien por el mismo motivo que me caía bien en cuanto supe de su existencia, porque ha demostrado, como Alex de la Iglesia, que se puede ser un freak de tomo y lomo y triunfar en la vida. Después Zack Snyder nos chafó la guitarra de la alegría porque nos enseñó que uno puede ser guapo, buen tipo, estar petado, ser un freak y triunfar en la vida. Hijo de puta.

Pero en cualquier caso, la razón por la cual no vi “Igor” en la pantalla grande (bueno, mi plasma es de 37 pulgadas, tampoco anda mal), fue su breve paso por la cartelera. De hecho, el film pasó sin pena ni gloria durante su periplo internacional o incluso en el estadounidense. Si hacemos caso a las cifras oficiales, a duras penas consiguió beneficios, aunque, como suele pasar, remontó un poco el vuelo cuando se lanzó para venta y alquiler.


Obviamente, el hecho de que me encuentre varias copias precintadas, al precio de un euro en los cubiletes de ofertas especiales de “el Alcampo”, implica que en España, la cosa no fue tan bien. Pero al menos la pude comprar sin excesivo peso en la conciencia si acababa por no gustarme.

¿Por qué no triunfó “Igor”? Básicamente, se trata de una comedia negra de animación. Si ya el género es difícil de llevar de forma que agrade al público mayoritario con actores de carne y hueso, con la animación es el doble de complicado, si encima el estilo visual parece una versión colorista de los diseños tipo Tim Burton, y si además, no hacia mucho tiempo que se había estrenado “La novia cadáver” (“Corpse Bride”, 2005), pues lo tiene usted muy complicado.

Aunque por lo general yo agradezco cuando no se canta en los films de animación

En fin, resumiré lo más posible la trama, (o sea, leer esto va a ser más largo que ver el DVD), aunque habrá SPOILERS COMO UN PIANO.

El imaginario reino de Malaria (la primera en la frente) está sumido en la oscuridad, su economía, basada en la agricultura, se viene abajo tras la llegada de unas grandes nubes negras que impiden que llueva de forma razonable o que llegue la luz solar. El rey Malbert (qué curioso, como Dogbert, por cierto ¡es Jey Leno!) decide entonces que para salvar al país, lo mejor que puede hacer es organizar un concurso de invenciones demoníacas con las que chantajear al mundo exterior, so pena de liberar a la ganadora de la competición anual y así haga estragos en el resto del planeta.

Todo esto nos lo cuenta el propio Igor en primera persona, que no tarda en explicarnos que la salida de su joroba a temprana edad fue uno de los elementos decisivos a la hora de mandarlo a la escuela de Igors, pero nuestro Igor protagonista aparece después de haber visto los Igors de otros científicos (entre ellos una doctora con pinta de rastafari), el Igor que nos interesa es el que presta su ayuda al Doctor Glickenstein. Y por si no se les ha quedado claro cual es la palabra que se va a repetir más veces en este post: Igor, Igor, ¡Igor!


Glickenstein está doblado por un delirante Cleese, y su obsesión es crear un impresionante cohete al que no acaba de encontrarle el punto. Atención a líneas tan grandes como cuando falla su activación y declama “¡Mamá, debería haberme hecho fontanero, como tu!” El buen doctor parece bastante ajeno a dos de los experimentos de Igor que actúan como ayudantes del ayudante... hasta donde les es posible, mientras campan con tranquilidad por el laboratorio. Por un lado está “Scamper” (genial Steve Buscemi), un conejo inteligente y reanimado al que Igor dotó de una preocupante inmortalidad... el problema es que el bueno de Scamper es preso de una conducta suicida que le hace buscar la muerte de las formas mas imaginativas posibles, con secuencias de auto recuperación a la zaga, a fin de cuentas “To Scamper” es “escabullirse” y el conejo siempre acaba evitando la muerte. A esta criatura le toca hacer de contrapunto sarcástico frente a su sidekick, “Brian”, un cerebro dentro de una destartalada estructura metálica que la hace las veces de cuerpo. Este es uno de esos chistes del lenguaje imposibles de traducir convenientemente y que requieren de la inteligencia del espectador, como ustedes sabrán “Brain” en inglés es “Cerebro”, pero como la criatura no es especialmente brillante se pintarrajeó con un rotulador indeleble “Brian” sobre el vidrio que protege su materia gris. La gracia reside en que, aún en su forma disléxica, “Brian” es un nombre propio inglés. En el doblaje español (y en los subtítulos) se nos intenta hacer entender que lo que se ha escrito es “cerebelo”, lo cual obviamente es lo que se llama, en mi casa y en la suya, meter las cosas con calzador.

Sí, paso de poner una foto de Michael Douglas



No tardamos en conocer al Doctor Schadenfreude – tanto su apellido como el del jefe de Igor son complicados juegos de palabras, esta vez, en alemán -, el malo de la función y que, curiosamente, hace acto de presencia por primera vez como una especie de trasunto de Liberace (vaya usted a saber la intención de los diseñadores con esto), quien lleva ya muchos años ganando el concurso de invenciones terroríficas y que aspira al trono de Malasia. Pero Schandenfreude es un timo de principio a fin, la única razón por la que consigue ganar el certamen es porque tiene bajo sus ordenes a Jaclyn, una lugarteniente malvada con la que mantendría una relación sadomasoquista si no fuera porque todos los guantazos se los lleva el Igor particular de Schadenfreude (¡Christian Slater!). Jaclyn es capaz de cambiar de físico gracias a unas pastillas y transformarse, por ejemplo, en la rolliza Heidi campesina-algarroba que hace sospechosas visitas al laboratorio de Glickenstein para espiar sus diseños.

Heidi se permite a despreciar a nuestro querido Igor, pero cuando el buen doctor le lleva la contraria a su ayudante en la elección de una pieza, muere en una explosión producida por su propia incompetencia, dejando solo un brazo. No tarda en aparecer el rey de Malasia, quien arde en deseos de conocer la última invención de Glickenstein, con la que espera frenar el creciente carisma de Schadenfreude. Igor sale por al tangente y convence al rey de que el doctor sigue vivo, de hecho, ha llevado a buen puerto el milagro de crear vida. Malbert se muestra convencido e Igor inicia los procedimientos para llevar a cabo su gran experimento.


Como ustedes ya habrán adivinado a estas alturas, el film es una parodia de Frankestein, no de la novela de Mary Shelley, sino de las películas y de sus convenciones.

Después de unas maniobras un tanto truculentas, Igor conforma su gigantesco monstruo, al que dota de una piel indestructible y de un “hueso del mal” habilitado en un dedo, que será lo que le transforme en un ser destructivo. Tras la secuencia de “¡Tira de la palanca!”, que parece extraída directamente de “El jovencíto Frankestein” (“Young Frankestein”,1974) de Mel Brooks - aunque sucede de forma muy rápida, esto es animación y el fotograma sale muy caro -, descubrimos la gigantesca creación de Igor... que se identifica como “Eva”. Esto puede ser otro juego con la fonética, ya que en lugar de ser “Evil” (Malvada), la criatura se presenta con el nombre de una mujer, que en inglés tiene una pronunciación parecida.

Igor se desespera ante la capacidad de Eva de hacer ningún acto violento, de hecho, cuando escapa del castillo y su rastro les lleva a un orfanato de niños ciegos, el de la joroba espera que esté cometiendo toda de clase de horribles atrocidades (lo de que esto es una comedia negra de animación iba muy en serio). En su lugar, la “mónstrua” juega con los pobres huérfanos invidentes (de nuevo, referencias a Frankestein), e Igor decide llevársela a un centro de lavado de cerebros.

¡"La mosca" (versión de 1958) y "La Naranja Mecánica" referenciadas en una sola escena!

Allí aplican a Eva el “Método Ludovíco” (tal y como pudimos ver en “La naranja Mecánica” de Stanley Kubrick, 1971), pero por un error de Brian, la pantalla acaba sintonizando una entrevista del “Actor`s Studio” (por donde han pasado casi todos los actores destacados del cine y la televisión, y famoso por el tono profundo de sus charlas) dedicada al famoso musical “Annie”. Sí, como nos explica el propio film, la historia de una huérfana que emociona al mundo. Seguimos para Bingo...

A estas alturas, Schadenfreude ya ha descubierto la muerte de Glickenstein y que Igor ha creado su particular monstruo, con lo que, armado con un rayo reductor, se dispone a conseguir su objetivo para arrebatarle la criatura al jorobado. De verdad que la persecución es desternillante.


Tras sobrevivir a la persecución, y con Eva transformada en una actriz del método, Igor intenta hacerle ver que la competición de inventores maléficos es en realidad una audición para un nuevo montaje escénico de “Annie”, en la que hay que reventar a los demás actores – porque sé que esto es imposible, pero yo esto me lo tomaría como una referencia a “La fura dels Baus” -. El jorobado aún alberga la esperanza de que, a través de un mal acto, el hueso de la maldad de Eva se active y arrase con todo.

Durante el periodo de ensayos para la audición, la película nos regala un montaje de tonteo entre Eva e Igor, acompañada de momentos no tan preciosistas, como cuando Brian le corta una mano a Scamper sin que ninguno de los dos se dé cuenta... Otro momento “raro” es cuando el rey Malbert tiene una entrevista en la televisión local y el reportero es un hombre invisible, que lleva chaqueta pero no pantalones... para estupefacción del rey, sobre todo cuando al redactor le da por rascarse el culo – él dice la pierna, no hagan caso - en directo (el sueño de más de un reportero, se lo aseguro).

Tras una secuencia de regalos entre Eva, Igor y sus ayudantes – que consigue no ser demasiado edulcorada -, Schadenfreude intenta convencer a Igor, tanto por las buenas como por las malas, de que le ceda su creación, pero al final, lo que funciona es el desengaño amoroso que sufre Eva tras una conversación con la deplorable Heidi.


Malbert visita el castillo y no se cree a Igor cuando le dice que ha sido él y no el fallecido doctor, el que ha creado vida, con lo que lo manda a una cadena de “reciclaje” (lo condena a muerte, vamos). Por su parte, Schadenfreude consigue finalmente enfurecer tanto a Eva como para que destroce algo y se active su hueso de la maldad, con lo que se pone to loca. Llega la competición / torneo y la mónstrua aniquila sin problema al resto de aspirantes mientras se arranca por uno de los temas mas famosos de “Annie”. Atención amantes dela serie B, que hay referencias a más de una criatura mítica del género entre los demás inventos, y y si se fijan, el film nos hace un 2x1, porque la secuencia aparición de los bichos es la misma que se usa en la introducción explicativa de la película, solo que viradas en monocromo. Mientras Eva masacra a sus enemigos, Brian y el conejo convencen a Igor de que se escape e intentan recuperar a “su chica”, de paso, descubren que el mal tiempo que azota a Malaria es una invención del rey Malbert, quien atrajo mediante un artilugio las negras nubes que asolan las tierras del país.


En el gran final, Igor consigue convencer a Eva de que vuelva a su yo benevolente, el rey muere porque se le cae encima la antena de su propia máquina, Schadenfreude es derrotado y vuelve al negocio familiar de la venta de pepinillos ambulante, no sin antes enterarnos de que Malasia pasa a ser república y que Igor es el nuevo presidente. Tras quedarse sin pastillas para cambiar su apariencia física, descubrimos que Jaclyn es en realidad una “Igorina”, y acaba aceptando una cita con el ex-ayudante de su ex-jefe.

Los huérfanos ciegos cantan “I can see clearly now” (en serio, de verdad que la canta)n en el auditorio donde se había celebrado el torneo de inventos chungos) y fin.


Llegados a este punto, ustedes se preguntaran si me gusta la peli o no. De hecho, me encanta, la he visto cuatro veces de cara a esta entrada – dos en versión original, dos con su doblaje al castellano - y en todas las ocasiones me he meado de risa. Ya saben, podría decirles que me he reído mucho y me ha emocionado, pero en realidad es que me he meado de la risa y me ha parecido muy sentimental, lo justo, de hecho.

Ahora bien, ¿Por qué esta película pasó sin pena ni gloria por la cartelera? ¿La animación era chusca? ¿Falta de canciones que engancharan? ¿Doblaje defectuoso? Pues por la parte técnica, muy pocos defectos, de hecho el nivel de detalle en algunas cosas – estoy pensando en los reflejos y la creación de los escenarios, todos con pequeños detalles que pueden llamar la atención del espectador mas minucioso – denota que estamos ante una gran producción, aquí hubo pasta de los ex-dueños de Miramax, no menos. Los montajes relacionados con Eva están salpicados de temas hechos famosos por Louis Prima y las voces (sobre todo los actores de la versión americana) están en perfecta forma. ¿Qué pasa entonces?


Pues, como ya les conté anteriormente, pasa que una comedia negra es muy difícil de llevar buen puerto si no tienes un personaje principal que se parezca a Johnny Depp. “Igor” oscila entre un sentimentalismo 100% Disney y bromas dignas del Peter Jackson de “Mal Gusto” o “Brain Dead” (con sus límites, que esto sigue siendo animación hasta cierto punto infantil), además, algunas bromas son demasiado rebuscadas para que el público infantil las entienda pero quizás no tanto como para sorprender a los padres.

Oh sí, quizás algunas bromas (incluyendo chistes para cinéfilos) van destinadas a un público muy concreto, y este es el gran problema que muchos críticos encontraron en el film: que no se sabe a quién va dirigida. Es a veces muy tierna y otras muy burra, de hecho, hay un momento al final que casi parece que la propia película intenta hacernos ver que sabe que se ha pasado de la raya: El conejo inmortal está arreglando a los huérfanos invidentes para su número cuando ve que uno de ellos se ha puesto el chaleco al revés y le espeta “¿Qué pasa, estás cie...?”, repara en lo que va a decir y él mismo le da la vuelta.

Pero ni por esas llega a los niveles de crueldad de “South Park” o “Dethklok / Metalocalypse”, tampoco es animación “adulta” 100% como algunas de las propuestas más alucinadas de Ralph Bakshi. No obstante, sería comprensible que más de un padre arqueara la ceja al ver a Scamper salir de una trampa comiéndose sus propios pies, por no comentar las veces que intenta quitarse la vida. ¡Pero es que es muy gracioso!

En todo caso, yo considero que ahí está la gracia de propuestas más adultas dentro del cine de animación: la capacidad de hacer cosas que con actores de carne y hueso no funcionarían, y no, con eso no incluyo la trama de aquel VHS de Urotsukidoji que me compré unas Navidades, acabando con todo rastro de inocencia en mi joven cerebro...

Finalmente, la historia de amor entre Igor y Eva es mucho más honesta y no tan retorcida – o hipócrita - como la de “El jorobado de Notre-Dame” de Disney (1996). Hay un mensaje hasta cierto punto engañoso en el film, ya que empezamos con Malasaia como una tierra dedicada al Mal, pero tras la caída del rey, Igor pronuncia un discurso para emocionar a las masas y recordarles que no es necesario ser chungo para triunfar en la vida. Pero puede que el tono cambiante de la historia deje a más de uno desconcertado (es decir, con el culo torcido), así que, puedo concluir que esta película es como los Spock's Beard, puedo entender que no es para todo el mundo, pero me cuesta creer que algo tan jodidamente bueno pase tan jodidamente desapercibido.


En lo referente a la edición en DVD, pues es bastante espartana, no les voy a engañar, desconozco los detalles del lanzamiento en los EEUU o en otros países, pero aparte del trailer y un corto clip con el storyboard desglosando la escena de persecución de carruajes, el único material “extra” digno de mención es una entrevista a Santiago Segura, la cual, sinceramente, parece que se haya planificado así:

Ejecutivo de la distribuidora: “Vamos a aprovechar que está Santi en el estudio de doblaje, llamad a una productora, que me traigan una reportera que se mire la sinopsis de la peli de camino en el coche y un cámara con un par de butanitos, le hacen unas cuantas preguntas y lo metemos en el DVD, ah, y coged recursos de Segura doblando”.
Pero, por otro lado, ¿Cuántos extras quieren por un euro? Por eso, no puedo dejar de recomendarla, “Igor” es, hasta ahora, y junto con el “Six” de Tony Banks, el mejor producto de Cultura Barata que ha pasado por el Blog, así que si se la encuentran de segunda mano a un precio tan irrisorio como yo (aunque lo dudo) no se lo piensen dos veces, fíjense lo que les digo, hasta en el precio límite que tenemos en esta sección – recuerden, 12 euros -, merecería mucho mucho la pena. Una joya perdida.

lunes, 15 de julio de 2013

This is... Queensrÿche y Believe




Este mes, para variar, no voy a hacer bromas sobre camareras para incitarles a comprar la revista, ni siquiera empiezo por destacar los contenidos de los que soy responsable, no, solo les pido que se concentren en la portada: David Bowie, again, David Bowie, one more time, David Bowie. Cualquier revista que lleva en su portada a David Bowie con su consiguiente reportaje sobre tan importante figura, mola más que tu, pero claro, Sting dice que mola más que tu... vale en realidad Sting no lo dice, yo dije que lo pensaba en uno de los artículos del blog, pero... ¿De verdad no te vas a gastar esos míseros 5 euros?


En cualquier caso, para su deleite (o no), este mes This is Rock trae mi entrevista con la facción de Queensrÿche que NO tiene al bocachanclas de Geoff Tate entre sus filas, es decir, pude entablar una animada conversación con Scott Rockenfield y Todd LaTorre, quienes fueron mucho mas habladores de lo que yo esperaba. 






Los siguientes en sufrir mis cuestionarios fueron los polacos Believe (o mas bien su guitarrista Mirek Gil, quien no fue tan hablador como yo esperaba), cuyo nuevo disco, "The warmest Sun in winter"es realmente bueno y recomiendo a los amantes del rock progresivo más melódico:


En el mismo número también se incluyen algunas reseñas de un servidor, Queensrÿche, The Tangent, Orphaned Land, y Tesseract, aquí tienen ustedes algunas muestras:





En fin, por si eso no fuera suficiente, también hay entrevistas a los satánicos de pega Ghost B.C., a los legendarios John Fogerty o Rob Halford... en fin, no sé a qué esperáis...

Bien, dicho esto, solo os aviso que en las próximas entradas, el blog se acercará de nuevo a las cenagosas aguas de la crítica cinematográfica... temblad y tened mucho miedo...