sábado, 27 de diciembre de 2014

PEQUEÑAS COSAS.... PUES NO VA A SER UNA TRILOGÍA AL FINAL...




Vale. AC/DC están en la portada, vale, los australianos, así como Queen o Led Zeppelin suelen ser un buen reclamo para la revista, pero eso es más un síntoma de cómo funciona el público que de cómo funciona This is Rock. Si no fuera así, no tendríamos una Interviu en España ni en Inglaterra serían famosas las “chicas de la página 3” que ilustran los tabloides. Puñetas, si hasta el sórdido de Rick Wakeman se casó con una.

Pero tal y como me dijo David Sancious en su día “lo mismo pasa en Estados Unidos, tienes que tener una portada con Hendrix cada seis meses”. Escribo esto, además, cuando se ha levantado algo de polvareda por lo rápido que se han vendido las entradas de los varios shows anunciados por AC/DC en nuestro país. Bien, ya hay un artículo – no escrito por mí – que resume perfectamente mi sentir al respecto, un asunto que expandiré en la próxima entrada del blog. (Lo siento, no he podido encontrar el artículo en cuestión, gracias Facebook por tu fabulosa herramienta de búsqueda).

Si bien todo lo anterior es cierto, como lo es que las cuatro entrevistas que llevan mi firma tienen muy poco que ver con el Rock and Roll convencional, pero, demonios, qué esperaban, como ya he explicado en varias ocasiones, el Rock Progresivo arruinó mi vida...o la termino de arreglar.

Cheeto's Magazine



Quizás no sea la forma más propicia de empezar a hablar de una banda, pero los Cheeto me engañaron al principio. Quiero decir, con tan pocas referencias geográficas como las que adornan el libreto de su nuevo CD – sí, los discos compactos siguen existiendo - y con una pronunciación del inglés tan correcta, yo llegué a pensar que Esteban Navarro y Cía podían ser, tranquilamente, estadounidenses con ascendencia latina.

Pero no, son de Cataluña y a la hora de escribir estos párrafos comunican que han encontrado nuevo batería, así que albricias y cuchufletas, porque eso significa que “Boiling fowls” tendrá más opciones de ser interpretado en directo y que cualquiera de nosotros los podrá catar en un futuro cercano.



Además, después de haberlos entrevistado puedo afirmar sin problemas que tienen un sentido del humor tan a prueba de bombas como el que se deja notar en su música, sus letras y en su completísimo diseño gráfico que, ya les digo, no les va a dejar indiferentes. Además con tantas referencias a los videojuegos como las que jalonan su música, lo más probable es que, como yo, sean oyentes de Game Over, y si no lo son... ¡Deberían serlo!

Devin Townsend



Ya hablé en una entrada anterior de cómo, por motivos personales, tenía una relación curiosa con la música del canadiense. Pues, para darle un giro aún más curioso, cuando se produjo la llamada que ha terminado como entrevista en este número, yo estaba en medio de una crisis familiar. No voy a entrar en detalles, pero fue uno de esos días en los que pensé “¡¡¿¿Pero puede pasar algo más hoy??!!!” En todo caso, les puedo comunicar que todo salió bien, la crisis se solucionó y pude hablar ¡Por fin! (la anterior entrevista tuvo que ser por email) con el ex-lider de Strappin' Young Lad.

Devin es un señor muy sincero (a veces demasiado sincero), muy explicito (a veces demasiado explicito), algo que espero se transmita en las páginas que ha llenado nuestra conversación. Y les recomiendo encarecidamente Z², porque entre los dos discos contiene auténticos temazos.

Andy Jackson

Hay entrevistas con gente más o menos conocida que son para cumplir el expediente, eso se nota, pero hay otras que devienen en una charla amigable, en la que, si no fuera porque estás vía Skype, te da la impresión de que podrías estar compartiendo anécdotas con un tipo enrrollado que acaba de dar un buen bolo en un bar.



Eso es más o menos lo que ocurrió con el ingeniero de sonido-productor-y ahora músico en solitario, Andy Jackson. Aunque dicho así el nombre lo mismo no os diga gran cosa, este hombre lleva desde principios de los ochenta dándole a los botones en la mesa de mezclas para un pequeño grupete yeyé llamado Pink Floyd desde que otro técnico/productor insigne llamado James Guthrie lo contratara como ayudante para los conciertos originales de “The Wall” en 1980.

Desde entonces, Jackson ha escalado puestos hasta trnasformarse en uno de los imprescindibles para el universo floydiano, el que no se lo crea, que se lea la que considero una de las mejores - sino la mejor -, biografía sobre el grupo que otrora liderase Syd Barret: “Pigs might fly”.

Además de ser coproductor del nuevo “The endless river” (estoy sopesando que mi reseña de ese álbum implique mi estreno como Youtuber ¡Horror!), Jackson ha sacado disco bajo su propio nombre “Signal to noise”, del cual tienen aquí una pequeña muestra (y más abajo una mezcolanza de los lanzamientos de los que hablo en este número) que, espero, les mole tanto como a mí.

Para mi fue una gozada hacer mis habituales preguntas técnicas que sólo nos importan a cuatro gatos. Ya sé que muchos de ustedes preferirían que le hiciera un suculento cuestionario sobre si Gilmour y Waters alguna vez llegaron a las manos... va a ser que no. Además, a mí me ganó en cuanto me dijo que el primer grupo que realmente le impacto fue Van der Graaf Generator... y entonces es cuando servidor se permitió sacar pecho para contar cómo había entrevistado a Hammill un par de veces.

Ah sí, y también ha trabajado con un grupete maño... Héroes de nosequé....

Umphry's McGee

Un día te llega un CD – sí, insisto en los discos compactos -, de un grupo que te suena vagamente, y antes de darte cuenta ya estás cantando los estribillos de sus canciones en el coche, buscando información sobre ellos, dándote cuenta de que te enganchan y antes de pestañear... ya tienes una entrevista cerrada vía Skype.



Esta fue la última entrevista que hice cuando estuve en un estado fébril hace unos meses, cómo conseguí mantener un discurso con algo de coherencia sigue siendo un misterio. Tal y como le comuniqué a Brendan Bayliss (cantante y guitarrista y que actuó como portavoz del grupo) al terminar la conversación “voy a tenderme y dejarme morir”, a lo cual él respondió “bueno, espero que esta entrevista sea lo último que publiques antes de morir”. Obviamente, lo dijo en tono de cachondeo – además, habíamos estado hablando de Frank Zappa, figúrense -, aún así ¡Qué cabroncete! Por cierto, reseñas a go-go:














En todo caso, la primera llamada de aquel aciago día fue una que podréis encontrar en el número de, ya, Enero de 2015. Una entrevista que os puedo decir fue ÉPICA, y en la que aún me encontraba lo bastante bien – al menos al principio -, como para no quedar demasiado mal.




Ya os contaré.

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