martes, 20 de noviembre de 2018

TRILOGÍA DEL VIDEOJUEGO o cómo saboteé mi propio podcast



¡Es mi podcast y me lo follo como quiero! Dijo él mientras las escuchas en iVoox descendieron de forma fulminante después del hit-single que había supuesto la entrevista a Paco Fox – 430 escuchas a la hora de escribir esto y subiendo ¡chúpate esa Vida Moderna! - sin caer en la cuenta de que la gente no escuchaba el programa por él, sino por los invitados.





A ver, seamos ordenados, acabo de mirar la bandeja de entrada de las dos cuentas de correo y aún no han aparecido los mails por parte de los grandes grupos mediáticos de este país diciendo que están deseando ficharme para alguna de sus emisoras, puede que la duración media de dos horas y pico les haya echado para atrás, quién sabe.

En realidad, “Las cosas de Fran” nace con el espíritu de “vamos a sentarnos a hablar y a ver qué sale”, vamos, un poco como este blog, en el que podemos hablar de Rock Progresivo, de lo mucho que mola (o no) llevar paraguas, de animes de (mi) nuestra infancia o del libro que escribió un periodista español al poco de separarse de una Franco. Obviamente, por muy bien que yo crea escribir, esto no tiene por qué traducirse en millones de visitas. En parte porque la gente prefiere los hilos en Tuister o los Vlojs a un bitácora cualquiera, en parte porque uno no trabaja en Mediaset. Y en mayor parte, probablemente, porque a muy poquita gente le importa lo que escribo.

Empero, uno, en su inocencia, pensaba que la media de 100 oyentes que estaba arrastrando cada episodio del podcast iba a acompañarme a un viaje al centro del mundo del videojuego… no ha sido el caso. Puede que lo haya enfocado mal, puede que el tema no fuese del agrado de los (¡MIS!) oyentes o puede, simplemente, que “Las cosas de Fran” sea una mierda.

Obviamente, preocuparse de que tu podcast tiene pocas escuchas en un “problema del primer mundo”, pero por eso sólo estoy escribiendo esta entrada en el blog y no saliendo con una pancarta a la calle con un “el fin está cerca” escrito en Times New Roman.



La cosa es ¿Por qué una “trilogía del videojuego”?

ISAAC VIANAS (ISAKO): La partida aún no ha terminado.

Sinceramente, aparte del encanto de nuestro algecireño favorito, creo que la entrevista con Paco es la que ha tenido más descargas porque coincidió con el principio de las vacaciones de verano, o esa es la justificación que encuentra mi cerebro cuando la compara con la que apareció a principios de Septiembre, esto es, la de Isaac Vianas, el Nick Mason (por aquello de llevar más tiempo en el programa que nadie) de Game Over.

O puede, como me confesó un amigo, que como nos pusimos a hablar de videojuegos “se aburría”. Vaya usted a saber, lo cierto es que creo que tanto Isaac como yo nos lo pasamos muy bien durante el rato largo que nos pasamos de charleta. Lo curioso es que antes de empezar a grabar, el señor Isako me preguntó “¿Puede ser que yo ya te tuviera en los contactos de Skype?” Ops.

Game Over es un programa radiofónico que muchos conocimos como “un programa que te descargas de Internet” antes de que se acuñara el término “podcast”, uno que además aúna dos cosas que siempre he creído combinan muy bien – y la serie del Angry Video Game Nerd lo confirma -, esto es, humor y videojuegos.



Yo podría contaros lo fanboy que llegué a ser de Game Over, justificando que fuera en persona a uno de los programas que se graban cerquita de TV3 (y esa es toda la cercanía que tiene el podcast con la autonómica catalana, creo yo) durante una visita a Barcelona, o que uno de los acicates para ir a la RetroMadrid de hace unos años, fuese ver un directo de Isako, Funs, Koopa y compañía con otros degenerados como yo. Pero si estos dos ejemplos no son suficientes, creo que escribir para el (ya difunto) blog del programa ya me da la insignia (¿Dónde está mi insignia Zuckerberg?) de fan certificado de Game Over.



Tanto es así que empecé a escribir un artículo sobre el tema para este Coche Perfecto - ¡atención! ¡Se avecina un articulo sobre coches! ¡En serio! - pero cuando estaba ya tomando dimensiones épicas (un poco como esta misma entrada), los de Game Over subieron su laaaaaaargo programa “Faqer”, en el que contaban muchas interioridades y experiencias propias de otros fans del programa. Mucho mejor y de forma más amplia de lo que yo pudiera escribir, así que tuve que dejarlo correr, otro que sumar a los “inéditos” junto con el primigenio escrito sobre el “Lejos de aquí” de Eduardo Fuembuena. Pero de ahí salió el primer programa de “Las cosas de Fran”, aquí no se desaprovecha nada.

En fin, supongo que por eso Isako tenía mi contacto de Skype de antes, vamos, que os recuerdo que tengo hasta mi entrada en la Wiki de Game Over, otro objetivo de la vida desbloqueado. Sí, estas pequeñas tonterias me hacen un poco más feliz, qué le hacemos.

En todo caso, y teniendo en cuenta que Game Over lleva más de 10 años en emitiéndose después de no pocos cambios, pensé que estaría bien hablar con el señor Viana para analizar las transformaciones que hemos visto dos viejunos en esta industria. Intenté, tal y como explico en la entradilla, que no todo fuese “dos señores mayores hablando de lo guay que era la Super Nintendo”, pero no tengo muy claro haberlo conseguido.

También tocamos el tema del libro que Isaac ha escrito sobre cómo ser Youtuber y dejamos para el final el Wrestling así como el fenómeno cinematográfico más inexplicable – para mí, al menos – de los últimos años: Resident Evil. Vamos, que yo creo que nos quedó un programa la mar de majete que merece algo más de 50 escuchas ¿No? ¡¿NO?!

Jaume Esteve: la nostalgia no puede con todo.

Además de ordenado, seré sincero: la trilogía del videojuego empezó porque ni Jaume Esteve ni Eme DJ estaban disponibles para entrevista cuando yo lo tenía pensado. De hecho, Marta sigue en la lista de espera porque – para mi vergüenza – aún no he pedido mi copia de su libro y también porque tiene una agenda tan apretada que a veces me da apuro pedírselo, sobre todo cuando cuando nos pasamos demasiado tiempo sin su podcast Teenage thunder. Lo que me faltaba ya es retrasar una grabación con Julián Almazán por atenderme. 



A base de meter otros invitados a los que, igualmente, tenía pensado recurrir, pues se quedó la mar de bien alienada esta trinidad de personas que tenían algo que ver con el mundo del videojuego, ergo, TRILOGÍA, como el Batman de Nolan, como El Padrino o como El Señor de los Anillos.

En fin, Jaume Esteve no es ningún desconocido para este blog. En su día ya publiqué una reseña de los dos volumenes de su “Ocho quilates”, unos libros que, hayáis crecido jugando con un ordenador de 8 bits o no, DEBÉIS leer, porque están muy bien escritos, muy bien documentados y, cojones, hablan de un momento único en nuestro país, yo creo que incluso si no os gustan los videojuegos podéis disfrutar de estos volúmenes.

Por si esto no fuera suficiente, Jaume también ha coordinado una obra colectiva sobre “La abadía del crimen” - también hablamos de ella en la mini entrevista vía mail que sostuvimos en la misma entrada de mi reseña -, la mar de interesante y como golpe de gracia, hace unos pocos años publicó el HIPER NECESARIO libro sobre PC Fútbol. Al igual que las dos partes de “Ocho quilates”, “Pro Manager – PC Fútbol: Droga en el quiosco” sirve como algo más que una crónica de “así se hizo este videojuego” sino que es una capsula de una época – mediados de los 90 – que a gente como yo nos pilló en plena adolescencia… ah, qué tiempos aquellos, ojalá no vuelvan nunca… (tranquilo Fran, que no vuelven)

¿Quién ha dicho eso? Bueno, da igual. La cosa es que esta entrevista fue un poco accidentada porque Jaume tenía lío en su hogar – nada raro, básicamente los movimientos previos a una mudanza -, lo que se traduce en que tuvimos varios cortes en la conversación.



Es una pena porque (yo al menos) puedo escuchar los momentos en los que la conversación está cogiendo carrerilla hacia un hilo interesante pero entonces tenemos que parar y claro, como para el podcast intento apuntar lo menos posible – si es que se puede apuntar menos que nada -, para que surja todo del modo más natural posible, pues… se me va por dónde iba y coger el ritmo de nuevo es difícil.

Con todo, creo que cubrimos bastante terreno en la hora y media (más música) que dura el podcast. Otra que se merece llegar a las 100 escuchas DIGO YO.

Ángel Codón Ramos: vaya, hay luz al final del túnel.

Como cualquier ser humano que ha pasado la treintena, las redes sociales me fascinan tanto como me disgustan profundamente. Haciendo una cuenta “de la vieja”, uno presupone que si alguien tiene no se cuántos seguidores en Tuister, eso se debería traducir en las mismas escuchas en iVoox… pero claro, por muy “influencer” que sean algunas personas, sus seguidores no tienen por qué, de hecho, seguir literalmente cada uno de sus movimientos. De ser así, algunas de las entrevistas tendrían que haber pasado ya los miles de escuchas.

En el caso de Ángel, sospeché desde un principio que entrevistarle era “apostar a caballo ganador”, lo cual, dicho así, suena a que lo invité al programa para atraer a más gente a mi podcast. No es el caso, nadie se escucha tantas horas de Tiempo de Culto o de Los Aristócratas para tener tema de conversación. Además, lo de “caballo ganador” es un poco relativo porque en el momento de escribir estas líneas sólo lleva 100 escuchas (mira la página de iVoox, vaya, ahora son 101) pero por algún motivo suponía que Ángel iba a ir un poco mejor que los dos anteriores, básicamente porque es más activo en las redes sociales que Isaac o Jaume y porque, parafraseándolo, dentro de los podcasts de derribo, el suyo es uno de los más escuchados.



En todo caso, a partir de este programa, hacer el recuento de escuchas se vuelve un poco más complicado, ya que cedí a la presión social (de unas tres personas) y decidí subir una versión del podcast a Youtube. Ahora bien, como algunos ya sabréis, mi relación con la plataforma de Google es un poco complicada porque las “reclamaciones de derechos de autor” ya me han tumbado algunos vídeos. De hecho, incluso mi SÚPER MEGA RESUMEN del concierto de David Gilmour en Nimes fue convenientemente expulsada del Caralibro so pena de borrar mi cuenta, hay que joderse, me consuelo pensando que al menos está en manos de otros fans que contemplaron aquella maravilla conmigo…

En fin, como Youtube no es tan laxa como iVoox con el tema de subir cosas con música original – extraídas de un disco, vamos -, pues tuve que cambiar la fabulosa banda sonora de John Williams para “Indiana Jones y la última Cruzada” (Steven Spielberg, 1989) por improvisaciones al sintetizador del Garageband…

Ya me gustaría...


¿Por qué subirla a Youtube? Bueno, hay gente un poco torpe con iVoox (¡Me pide que me baje la aplicación cuando pincho en el enlace del podcast! Puedes entrar a través del navegador del móvil y buscar el podcast en el inicio de iVoox, silencio incómodo…), así que de esta forma me aseguro que la gente no se me despiste. Sí, yo también sé en el fondo que lo que pasa es que no quieren escuchar el podcast y estaban dando la mejor excusa que se les ocurría.

Creo que tanto Ángel como yo nos quedamos muy contentos con la entrevista, aunque para variar se me ocurrieron un montón de cosas más de las que hablar después de haber colgado, pero también es cierto que no me gusta abusar del tiempo ajeno. Además, nos tiramos cerca de TRES HORAZAS, no llega a la duración de los TDC más largos pero en esta ocasión ninguno fue al water…

Total, que también fue una novedad tener a un insider de la industria – en lugar de los dos comunicadores que le habían precedido – pero, siendo esto “las cosas de Fran”, a partir de la segunda hora (o sea, después de los primeros 60 minutos, que sé que algunos también sois un poco torpes con lo de contar) ya nos pusimos a hablar de series, de cine, de comedia… Estoy a la espera de que alguien me diga que escuchar el programa acaba siendo como escuchar a dos colegas hablando de sus cosas, sobre todo porque esa es la intención, aunque ahora que lo pienso, de todos los entrevistados, sólo soy amigo en el CaraLibro de dos de ellos, mmmm….

Total, que después de este experimento, el próximo capitulo del podcast va a ser diferente, a ver si por fin consigo escuchas negativas, the sky is the limit!

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